Cuando nos convertimos en padres, la gestión del tiempo se vuelve mucho más complicada. Parece que el día tiene muchas menos horas y siempre te quedan tareas pendientes, por más que intentes organizarte.
Una de las claves de optimizar el tiempo cuando tienes bebés es preparar grandes cantidades de comida para el bebé (purés) y guardarlas para otras ocasiones. Por ejemplo, congelar las papillas o los purés en dosis individuales. También es una buena opción si vamos a salir de vacaciones unos días, y así ya tenemos preparadas las comidas del peque.
Consejos de conservación de los alimentos
Pero, ¿sabemos cómo debemos conservar estos alimentos para que no pierdan sus propiedades?
Lo ideal es ponerlos en el frigorífico o el congelador, pero es recomendable seguir los siguientes consejos:
- Si lo guardas en la nevera, coloca el puré en la parte más fría de la nevera. No lo guardes más de 48 horas.
- Introduce los alimentos (papillas o purés) en recipientes herméticos, que ayudan a mantener mejor las propiedades.
- Si vas a congelar la comida, es mejor que lo hagas a las pocas horas de haberla cocinado para evitar que se pierdan las propiedades de los alimentos.
- No congeles la comida que está caliente. Espera a que se enfríe.
- Intenta, siempre, descongelar la comida en la nevera y no en el microondas. O, en caso que lo necesites, usa el baño maría.
- Conserva raciones individuales y marca el día de congelación. Ve consumiendo de la más antigua a la más actual.
- No vuelvas a congelar el puré una vez lo hayas descongelado.
- Las papillas de frutas es mejor no congelarlas porqué sus propiedades no se conservan igual que las de las verduras y hortalizas. La fruta se oxida si no se consume inmediatamente después de haberse consumido.
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