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Mi bebé no se engancha al pecho. ¿Qué hago?

¿Has tenido un bebé y no consigues que se enganche al pecho? Ante todo, no te alarmes en exceso, porqué en la mayoría de ocasiones, aunque cueste, se lo acabará cogiendo. De hecho, los bebés nacen preparados para mamar y con un poco de paciencia y amor aprenderá a engancharse, por su simple instinto natural. 

Piel con piel

Siempre se habla de los múltiples beneficios del piel con piel desde el minuto 1 después de nacer. Y uno de esos beneficios, casi mágico, es que el bebé sea capaz de oler y reptar hasta el pezón y engancharse. Lo hacen gracias a unas glándulas llamadas Montgomery, localizadas al rededor del pezón, que segregan una substancia que lubrica la zona y guía a los bebés hasta el pezón a través de la olor.

Afortunadamente, es una práctica cada vez más extendida, que favorece y facilita la lactancia y ayuda a que el bebé se enganche al pezón de manera natural.

Pero, ¿y si mi bebé tiene dificultades para engancharse?

Hay pequeños que, por su anatomía, pueden tener dificultades al engancharse al pecho o mantener ese enganche. Un ejemplo es cuando los bebés tienen el frenillo corto, cuando tienen la mandíbula muy pequeña o muy prominente o cuando existe una infección

En todos estos casos el inicio de la lactancia puede ser más complicado de la cuenta y por eso es recomendable pedir ayuda con una asesora de lactancia, mantener la calma y tener mucha paciencia.
 
También afecta al agarre del bebé, si este ha tenido que ser separado de la madre nada más nacer, ya sea por ser prematuro, por complicaciones durante el parto u otras causas. La mayoría de bebés serán capaces de agarrarse cuando vuelvan a estar en contacto con la madre. Pero no siempre es así.


¿Qué hago para conseguir que se enganche?

Aunque el éxito no está asegurado, porqué cada situación es distinta, aquí van algunos consejillos:

  • Como hemos dicho, lo principal es buscar un buen asesoramiento de lactancia, ya sea con una asesora especializada, una matrona o el pediatra.
  • Fomenta el piel con piel para que el bebé siga su instinto y se enganche de manera espontánea. Aunque sea más mayor, también puede hacerlo.
  • Adelántate a sus señales de hambre. Ofrécele el pecho antes de que tenga hambre para que no lo agarre con ansias y nervioso.
  • Puedes también sacar un poco de leche antes de poner al peque a mamar, para que así le sea más fácil y no tenga que hacer tanto esfuerzo.

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